Monterrey °C
  29.03.24 Ferienhaus Ostsee

A+ A A-

Así fue el adios de Messi del Barcelona

Messi fue despedido. Es la mirada real de lo ocurrido. El prodigioso Leo, legendario a los 34 años, fue despedido por el Fútbol Club Barcelona, el Barça.

 

El mundo, perplejo. Y sin entender el modo en que en la renovación cantada y tranquila le fue bajada la persiana al mejor jugador de fútbol que existe. ¿Al mejor de todos los tiempos? No es posible saberlo, no hay cómo medir los que es parecido y diferente a la vez. Pero es muy posible. Y no resulta decidirlo porque el fútbol – uno de los grandes poderes planetarios- es alimentado por las emociones, la estética, la velocidad de la inteligencia con la velocidad del cuerpo. Vive en un cosmos tangible pero también imaginario. Muchos optan por Di Stefano sin haberlo visto. Creen haberlo visto. Es un mecanismo extraño, inexplorado.

Tal vez no importe explorarlo. Funciona así. No daña a nadie. ¿Cuántos artistas y amantes de la danza aseguran que nunca nadie fue ni será superior a Nijinsky, de quien hay solo un rastro, la película primitiva tan grotesca en los movimientos que mueve a una risa bizarra y piadosa. La memoria de las imágenes cada día más desarrolladas autoriza las comparaciones con fundamento. Ya no es la grandeza imaginaria. En forma documental y en partidos directos, el maravilloso deportista de arte con rayos de genio Leo Messi centra en este tema un papel máximo.

¿Entonces? ¿Qué fue, qué ocurrió camino del Camp Nou a poner la firma que se daba como un detalle formal, un detalle? ¿ Cabía la posibilidad de que Leo se fuera del único equipo y única camiseta en la cima de la admiración unánime demasiado cerca de la puerta de servicio? El comunicado del club fue corto. Agradecimiento, suerte en adelante, pero los topes de salario establecidos en la Liga Española no podemos conseguirlo. Y, ojo,: "No podemos hipotecar el club". Vamos: todo podía negociarse.

Mucho por ir y venir hasta encontrar un punto de encuentro.

Se daba por hecho. Messi lo daba por hecho. No tenía un plan B en ese momento, alejarse y pasar a otro sitio súper estelar para formar en conjunto con algunos de sus amigos queridos un grupo de invencibles. No lo tenía. Al llamar a reunión de prensa, se vio con transparencia. Leo , en shock y entristecido, repasó con periodistas su vida desde los trece hasta hoy, siempre en el Barcelona. Pudoroso frente a los periodistas, giró y pudo dar la espalda para mitigar el llanto de un despido y una despedida.


 

 

abajored2

Escribenos a laredpuntocom@live.com