Lionel Messi para Argentina y Argentina para Lionel Messi. Todas las alegrías que el 10 le dio a la Albiceleste esta vez tuvieron su devolución: un equipo con espíritu mosquetero le dio un nuevo título a su 10. Con su capitán lesionado y entre lágrimas en el banco de suplentes en los últimos 25 minutos del segundo tiempo, más todo el tiempo suplementario, la selección campeona del mundo le ganó 1-0 a Colombia una final dramática en Miami y se consagró bicampeona de la Copa América. Argentina es desde ahora la máxima ganadora continental, con 16 estrellas, una más que Uruguay.
Al título continental ganado en Brasil 2021 le siguió este domingo la defensa victoriosa en Estados Unidos 2024, una edición marcada por la polémica de principio a fin, también este domingo en la previa del partido decisivo. Si la Albiceleste había caminado hasta hace tres años por un largo desierto sin títulos, 28 entre 1993 y 2021, ahora las vueltas olímpicas sólo parecen celestes y blancas.
El tanto de Lautaro Martínez, goleador del torneo con cinco tantos, a los seis minutos del segundo tiempo extra, destrabó un duelo muy cerrado y le dio a una histórica selección argentina un triple título sin antecedentes en Sudamérica: dos Copas Américas (2021 y 2024) y un Mundial (Qatar 2022) en el medio. Sólo España, del otro lado del océano, consiguió una gesta similar entre 2008 y 2012, con dos Eurocopas y una Copa del Mundo. El equipo de Lionel Scaloni también ganó en este lapso otro título jugado a un solo partido, la Finalísima 2022 (3-0 a Italia en Wembley), también llamada Copa de Campeones Conmebol-UEFA. Justamente, Argentina y España, flamante campeón europeo, se enfrentarán en 2025 en una nueva edición entre los reyes continentales.
La final tuvo un quiebre, la salida de Messi, lesionado, a los 20 minutos del segundo tiempo: la imagen de su tobillo derecho hinchado como una pelota de tenis hizo recordar a la Diego Maradona en Italia 1990. Tras una Copa América en la que intentó vencer a la biología -37 años-, un estado físico que sintió la falta de competitividad de la MLS y los pésimos campos de juego de Estados Unidos, con el césped emparchado, el 10 se fue entre lágrimas al banco de suplentes, en otra postal conmovedora de la noche.
Así como le pasó a Cristiano Ronaldo en la última Eurocopa, Messi ya había llorado en la otra final de una Copa América en Estados Unidos, en 2016 contra Chile. Para los argentinos, un torneo en Estados Unidos parecía tener un destino trágico: Diego Maradona terminó su Mundial con una de sus frases más icónicas, "me cortaron las piernas".
Pero la última imagen, sin embargo, sería feliz, pletórica, con Messi otra vez levantando la Copa, compartiéndola junto a los también veteranos Ángel Di María y Nicolás Otamendi. Si el 10 había perdido tres finales entre 2014 y 2015, ahora lleva cuatro ganadas de manera consecutiva.