Es un hábito para las publicaciones especializadas y la critica en general analizar cuáles son las películas más vistas en las diferentes plataformas de suscripción, en especial las de Netflix. Cuyas cifras de audiencia continúan siendo un misterio bien guardado. Pero en particular, el gigante de las plataformas parece reflejar la forma en que el interés por el contenido varía y también, algunas extrañas situaciones que desconciertan a la industria y que dejan muy claro que para el mundo de los canales online es aún un territorio por definir.
Por supuesto, el período de cuarentena mundial ha mostrado la forma en que el gusto de los espectadores cambia a medida que el aislamiento se prolonga. En especial en cómo la búsqueda de contenido se hace más variada en medio de una situación inédita que ha obligado a buena parte de los usuarios a revisar con detalle los diferentes catálogos a su disposición.
Con Netflix, la situación es incluso más curiosa: siendo una de las pocas plataformas con alcance mundial, la información que difunde sobre las películas más vistas dentro de su repertorio es quizás la forma más sencilla de analizar qué ocurre entre el televidente y el contenido del que puede disfrutar. Y los datos no dejan de sorprender por su extraña cualidad aleatoria.