China expandió el viernes a por lo menos ocho ciudades, con unos 25 millones de habitantes, las medidas de aislamiento diseñadas para contener el brote de un nuevo virus letal que ha enfermado a cientos de personas, aunque se desconoce el éxito potencial de la medida.
Las ciudades aisladas son Wuhan, Ezhou, Huanggang, Chibi, Qianjiang, Zhijiang, Jingmen y Xiantao, todas ubicadas en la provincia de Hubei, en el centro del país y donde se ha concentrado la enfermedad.
En Wuhan, donde comenzó el cierre a primeras horas del jueves, las calles, centros comerciales, restaurantes y demás espacios públicos lucían desiertos. El uso de mascarillas era obligatorio en público. Las estaciones de tren y metro, y el aeropuerto, fueron cerrados; la policía inspeccionó los vehículos que ingresaban a la ciudad pero no cerró los caminos.
Las otras siete ciudades a las que se les impuso el cierre se ubican cerca de Wuhan, pero las autoridades están tomando medidas preventivas en todo el país. En la capital, Beijing, se cancelaron de forma indefinida algunos grandes eventos, incluyendo ferias tradicionales que son distintivas de las festividades por el Año Nuevo Lunar. La Ciudad Prohibida, un complejo de palacios, anunció que cerrará indefinidamente a partir del sábado.
El número de casos confirmados del nuevo coronavirus aumentó a 830 con 25 decesos, informó la Comisión Nacional de Salud. También se confirmó el primer fallecimiento fuera de la provincia central de Hubei. La comisión de salud en Hebei, una provincia del norte colindante con Beijing, dijo que un hombre de 80 años de edad murió después de regresar de una estancia de dos meses en Wuhan, a donde viajó para visitar a sus familiares.