Policías Municipales de Rincón de Romos acudieron a la tienda al recibir el reporte, pero al llegar encontraron a un niño de 13 años de edad con su uniforme de la escuela, asustado, porque había tomado unas unas pinturas, unos plumones, y unos cuadernos.
En un principio, el menor argumentó que sus padres lo habían abandonado y que vivía con su tía y no contaba con recursos económicos para pagar útiles escolares, por lo que se le hizo fácil tomar lo que necesitaba para la escuela, ya que no quería dejar de estudiar.
Sin embargo, después se supo que Bryan mintió para no avergonzar a su padre con quien vive desde hace un mes, ya que sus padres se encuentran divorciados y quien lucha todos los días para sacarlo adelante.
Los policías decidieron pagar los 90 pesos de los útiles escolares para que pudiera llevárselos y lo canalizaron a la Procuraduría de la Defensa del Menor; mientras Bryan le pidió una disculpa al encargado de seguridad por lo que había hecho.