En su lugar, se queda Manuel Limón Hernández, quien fungía como tesorero del STPRM.
El ahora ex dirigente llegó a encabezar el Sindicato de Trabajadores Petroleros desde 1993. Su gestión estuvo ligada a la polémica, luego de que su estilo de vida no correspondiera con el sueldo que percibía.
En el año 2000, se le acusó de colaborar en el Pemexgate, que fue un desvío de recursos desde la organización laboral de los petroleros para financiar la campaña presidencial del priísta Francisco Labastida Ochoa.
Forbes